7 jun 2007

Cadaqués



Está bien, no tienen la prístina arena blanca, asoleadoras, ni siquiera espacio suficiente para caminar, pero las innumerables pequeñas bahías de los alrededores de Cadaqués a lo largo de la Costa Brava ofrecen miles de opciones para los aventureros amantes de la playa. Lo importante acerca de estas gemas escondidas es que no son fáciles de alcanzar. Tendrás que alquilar un botecito del puerto con tus amigos y luego seguir la línea de la costa, evitando los escollos que pueda haber en la ruta, hasta que encuentres un lugar adecuadamente vacío y lleno de sol. Después de haber anclado el bote y nadado hasta la playa, estás en libertad para bañarte en cueros, darte el sol o retozar en las rocas hasta saciarte. Los botes que van llegando se delatan por el ruido de sus motores y si tu móvil está apagado, podrás disfrutar de ese sentimiento de total privacidad que pocas playas en el mundo pueden ofrecer.

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