8 jun 2007

Estambul

Domingo, Julio 20: Estambul Durmimos todos un montón, despertándonos poco a poco a partir de las 10,30. Antes de hacer nada decidimos cambiarnos de sitio y fuimos al albergue en el que el día anterior no encontramos sitio. Sólo teníamos ocasión de estar en habitaciones separadas los unos de los otros, además de que unos son más caros que otros. Al decirle que no, nos ofreció dormir en el tejado, siendo lo más económico, cinco dólares por persona desayuno incluido, y pudiendo usar los servicios y duchas del albergue.
Hacia cuatro años, en marzo de 1993, cuando estuve por primera vez en Estambul, el cambio respecto al dólar era de 1$=10.000 liras, en ese momento, en cambio, debido a la inflación el cambio era de 150.000 liras por dólar.
Después de cambiar de alojamiento, salimos hacia Santa Sofia, templo bizantino, que tenía sin ver de la ocasión anterior. Siendo una iglesia cristiana en sus orígenes, después de la invasión de los turcos, éstos la convirtieron en mezquita y le añadieron minaretes y símbolos islamistas por encima de los símbolos cristianos. De todos modos, hoy en día Santa Sofia lo han convertido en un museo.
Cobran 500.000 liras por entrar (200.000 con tarjeta de estudiante). Me gustó verlo por dentro a pesar de que estuvieran en obras.
Ellos tenían la intención de ver la Mezquita Azul y el palacio de Topkapi. Yo no quería volver a visitarlos así que me separé de ellos y dediqué el día a pasear, sin rumbo fijo, por la ciudad. Siendo domingo no había mucho ajetreo de coches y la ciudad vivía en tranquilidad.
En el puerto de Eminonu, frente a la estación de tren, estaban friendo el pescado recién cogido en el Mármara desde el propio barco, me entró envidia y un bocadillo a cambio de 150.000 liras. Mientras iba comiendo crucé el puente que une el lado antiguo y moderno de la ciudad.
Un termómetro de la calle marcaba los 36ºC, no me extrañó, no había ni una sola nube en el cielo y el sol pegaba con fuerza. De todas maneras había una pequeña brisa suavizaba y hacia agradable el paseo.
Subí a la Torre de Gálata y desde allí me dirigí a la plaza Taksim, centro de la parte moderna de la ciudad. Estuve durante mucho tiempo sentado en el parque cercano a esta plaza escribiendo mi diario de viajes, pasando en solitario la tarde del domingo a diferencia del resto de la gente en el lugar que lo hacía en compañía de otras personas, principalmente familias.
Volví sobre las ocho de la tarde al Youth Hostel ya que habíamos quedado para ir a cenar juntos. Cenamos muy barato, 300.000 liras por persona, siendo el plato central un kebab y diferentes acompañamientos como arroz, yogurt, ensalada o sopa con especias. Una botella de agua mineral, en Turquía es recomendable no beber del grifo, entraba dentro del precio.
Después de dar una vuelta por los alrededores de la ciudad vieja, fuimos a fumar una pipa de agua entre todos acompañado del exquisito té de manzana. Llegamos tarde al hostal, alrededor de la una y media, y a pesar de que la disco del albergue estaba abierto decidimos ir a dormir, al tejado.

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